Al principio sólo hacía unas cuantas llamadas comerciales de vez cuando para captar clientes. Aún no había aprendido la gran lección que subyace detrás de la expresión “sin ventas no hay negocio”
Cometí muchos errores:
- No dedicaba el 90% de mi tiempo a vender: Dedicaba mi tiempo al business plan, a diseñar una web mejor, a tareas administrativas y principalmente a hacer poca captación comercial y por tanto no tenía muchas reuniones y no vendía mucho.
- No entendía la ley de las 10.000 horas: Es el tiempo que se necesita para ser un experto y dominar una materia. Ventajas de llamar a 100 empresas a la semana, o incluso al día, en vez de a sólo 3 empresas:
- Mejorar habilidades negociación y ventas
- Hacía llamadas comerciales en frio: no es la mejor técnica porque:
- Puede ser percibido como molesto.
- Es más difícil generar un vínculo de confianza.
- Es difícil salvar el filtro de la secretaria cuando llamas a una empresa.
- Una mala base de datos puede significar un fracaso rotundo.
- Es difícil vender con las llamadas en frío.
Poco a poco diseñé un método propio, método López marketing, que se basaba en hacer muchas llamadas de calidad a la semana y pronto los resultados llegaron. ¿A qué me refiero a llamadas de calidad? A las que tienen como objetivo reunirte con el decision maker, persona con poder de decisión de compra.
Pero me encontré con otro problema: si hacía 100 llamadas/semana (mínimo) en frio y a cada uno le contaba mi vida aparte de no conseguir muchas reuniones tampoco tenía tiempo para más cosas. Soluciones:
- 2 tipos de llamada. Breves
- Diseñar un email ganador
- Combinar email + telemarketing = arma poderosa
- Externalizar llamadas (emplead@ perfil comercial)
- +reuniones = +ventas
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