Es bien sabido que el lenguaje corporal muchas veces dice más que las palabras, por eso, es imprescindible que todo vendedor domine sus expresiones corporales de cara a los procesos de venta. Aunque muchos subestiman estas acciones, no hay duda de que favorecen la interacción con el cliente.

Si quieres superar tu margen de ventas, te revelaremos las mejores expresiones corporales que debes poner en práctica durante el proceso.

Un buen saludo de manos

El primer contacto con un cliente potencial debe ser un saludo de manos, y puedes hacer de esta sencilla expresión una jugada magistral para dar a entender que tienes el control sin ser intrusivo.

Lo primero será ofrecer la palma de tu mano, sonreír sutilmente y hacer contacto visual. Para el apretón de manos, procura que sea fuerte y firme a fin de proyectar total seguridad.

Cuida tu postura

Ningún cliente quiere escuchar a un vendedor encorvado o con los brazos cruzados. Por eso, tu postura será clave si lo que buscas es concretar tus ventas con éxito.

Ya sea que estés de pie o sentado, mantén tu espalda erguida y los hombros hacia atrás, con esto transmites seguridad y confianza. Evita cruzar los brazos, apoyarte en la pared, jugar con tu cabello o accesorios; este tipo de expresiones transmiten inseguridad, incomodidad, nerviosismo o aburrimiento durante la interacción con el cliente.

Contacto visual

La clave se centra en graduar el tiempo del contacto visual durante el proceso de ventas. ¿Por qué?, la respuesta es sencilla. Si no quitas tu mirada ni por un segundo del cliente, éste puede sentirse intimidado.

El truco está en alternar el contacto visual entre el producto o material de apoyo y el cliente y sus acompañantes en caso de que no se encuentre solo.

Tono de voz y sonrisa

Una entonación adecuada de tu voz, te ayudará a proyectar seguridad y respeto hacia el tiempo y la atención que recibes del cliente. Recuerda que tu tono de voz debe ir en consonancia con el espacio y el ambiente donde se desarrolle la reunión.

Por último, sonríe sutilmente en los momentos adecuados. Exagerar con esta expresión puede denotar nerviosismo de tu parte.